El sistema financiero ahora incluye dos nuevas instancias. Por un lado, las fintech que funcionan como métodos de financiación para agilizar transacciones económicas, a través de las plataformas basadas en tecnología financiera. Su principal virtud es contribuir con el acceso a los préstamos.
Por otro, se crearon los neobancos, línea de entidades financieras que se manejan digitalmente. Existen dos principales razones para fomentar su crecimiento; los bajos costos que sostienen su estructura y la rapidez con la que se adaptan a los nuevos desarrollos tecnológicos.
Ambos procesos se gestionan vía Internet. Debido a que pueden ocurrir ciertos delitos, se incorporó una herramienta que permite validar la identidad de los clientes. El empleo de la API en el entorno de los clientes coadyuva al reconocimiento biométrico a través de SMS.
¿Cómo funciona?
Cuando un usuario ingresa a una plataforma, se le pide que valide su identidad con el número telefónico que está registrado en el portal.
Posteriormente, debe enviar una captura de su DNI y completar la validación biométrica. Paso siguiente, prosigue a la firma digital avanzada y finalmente emite la consulta de información y de riesgos.
Riesgos de fintech y neobancos
Los delitos de blanqueo de capital son una de las preocupaciones en esta materia. En muchos países, las personas pueden solicitar sumas de dinero como forma de préstamo sin tener historial crediticio. A su vez, ser oferentes de altas sumas de dinero que en muchos casos no son supervisados por una autoridad competente.
Dentro este proceso, se desconocen cuáles son las prácticas empleadas, cuáles son los criterios en la otorgación del crédito y la política de prevención de problemas. Por eso, es merester que las nuevas alternativas de gestión faciliten las operaciones económicas de los clientes y conserven de forma privada sus datos.