Argentina también combate el Cibercrimen

La Convención sobre Cibercrimen es el primer movimiento desarrollado para aprender cómo tratar a los internautas criminales sin vulnerarles sus derechos.

Los delitos informáticos tienen la particularidad de dejar evidencias digitales. Pueden desaparecer o incluso modificarse rápidamente, por lo que globalizar las investigaciones contribuyen a gestionar procesos eficientes para prevenir que sucedan nuevamente.

Cada vez son más frecuentes este tipo de delitos, y trascienden las fronteras de un país. Debido a esto, se requiere de la unión de varios países para combatirlos.  Con el propósito de unificar las conductas y normas acerca del cibercrimen, se creó el Convenio de Budapest.

En la actualidad, son más 60 países los que forman parte del pacto. La mayoría se encuentra en el contiente europeo, aunque también se adhirieron países de América del Sur, como Panamá, Chile y ahora en Argentina.

Más sobre el convenio

El Convenio de Budapest fue creado por el Consejo de Ministros de Europa y cuenta con tres premisas generales. En primer lugar, se establece un listado de delitos tipificados dentro de la categoría de crímenes informáticos. En segundo lugar, se citan  las normas para resguardar la evidencia digital, y en el tercero, el reglamento de cooperación entre las naciones firmantes.

El uso de la tecnología es un elemento clave a la hora de establecer crímenes. Se puede atentar contra la integridad y confidencialidad de la información. Debida cuenta de estos hechos, se busca preservar, mediante normas procesales,toda la evidencia de origen digital, abarcando tanto medios como formatos electrónicos. Además, se incluye en este inciso  la forma en cómo se obtienen los datos que sirven de evidencias para constatar que un delito informático se ha comentido.

Otro elemento fundamental, es la posibilidad que tienen los usuarios de localizar a los sospechosos, así como recolectar pruebas. Para ello, se necesita acudir al uso de los acuerdos internacionales para hallar a los sospechosos y las evidencias.

La adhesión de los países al convenio es el punto de partida para crear una estructura sólida en la investigación de los delitos informáticos. Desde hace años, Argentina se encuentra trabajando tanto en las infracciones como en la protección de la evidencia, por lo que este pacto contribuye al desarrollo de nuevas aplicaciones y metodologías.